Varios restos arqueológicos y narraciones evidencian que los vikingos pisaron tierras americanas siglos antes de la llegada de Cristóbal Colón. El poblado vikingo descubierto en L’Anse aux Meadows, en Terranova, Canadá, y textos medievales islandeses como la “Saga de los groenlandeses” y la “Saga de Erik el Rojo", escritas en el siglo XIII, apuntan a que estos incansables exploradores comenzaron a llegar a la costa norteamericana a partir del siglo X.
Hasta nuestros días, nunca se había encontrado una clave genética de la relación física entre islandeses y amerindios, pero un equipo de investigadores, entre los que se encuentran varios españoles del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), ha constatado por primera vez una presencia precolombina con una base genética en familias islandesas.
Al parecer, una mujer amerindia puso sus pies en Europa cinco siglos antes de que Colón pudiera haber llegado a la nueva tierra. Corría el año 1.000 y la mujer fue llevada a Islandia por los vikingos. No solo llegó hasta el viejo continente, sino que además tuvo hijas en él, y ese linaje ha llegado hasta nuestros días.
Los investigadores, en colaboración con la compañía islandesa de investigación biomédica deCode Genetics, que tiene muestras de ADN de casi todos sus compatriotas actuales, encontraron que cuatro familias distintas, integradas actualmente por cerca de 80 personas, tienen un linaje genético de origen amerindio. Los investigadores reconstruyeron las genealogías de hasta cuatro antepasados cercanos al año 1700. Hasta ahora, se conocía que los genes de los actuales habitantes de la isla procedían de los países escandinavos, de Escocia e Irlanda, pero se desconocía que el origen fuese más lejano. Además, el linaje encontrado es mitocondrial, lo que significa que estos genes fueron introducidos por una mujer.
Imaginar la vida que pudo llevar esa primera mujer “americana” en Europa no es fácil, pero seguramente estaba lejos de ser un cuento de hadas. La tradición de los vikingos era raptar mujeres en los lugares que conquistaban, algo que también se aprecia genéticamente en la población islandesa, donde hay una proporción bastante elevada de linajes mitocondriales que provienen de las islas británicas.
A sabiendas de estos datos, no es difícil preguntarse si Cristóbal Colón conocía los viajes de los vikingos a América. Colón podría haber conocido estos datos en el viaje que realizó a Islandia en 1477. El asunto es que Colón estaba muy seguro de su viaje a pesar de las objeciones que le hacían los sabios españoles. Obviamente no se sabía que existiese un continente entero, sino apenas unas tierras al norte. Colón no buscó esas tierras, sino que fue más al sur, pero tal vez el conocimiento de los viajes vikingos lo envalentonaron para partir en busca de una ruta rápida a la fuente de las especias.
Fuentes:
- http://www.prensalibre.com/
- http://www.sobrehistoria.com/
- http://www.elcorreo.com/
- http://www.wordpress.com/
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